AYER
Una historia de pasión y tradición
ORÍGENES ARTESANOS
Nonno Tranquillo abre un pequeño horno en Costabissara
Papá Alessandro elabora a mano los primeros panettoni y pandori
Dario se incorpora a la empresa y comienza el giro internacional
La historia de la empresa Loison entrelaza las vidas de tres generaciones que se han desafiado continuamente a sí mismas para mantenerse al día con los tiempos y los sabores. Todo empezó con el abuelo Tranquillo, siguió con papá Alessandro y termina hoy con Dario Loison.
Fundada como una pequeña panadería, en 80 años la empresa artesana de Vicenza se ha convertido en un negocio consolidado cuyos productos se demandan en todo el mundo. Corría el año 1938 cuando el abuelo Tranquillo abrió una pequeña panadería en Motta di Costabissara, donde se trasladó con toda su familia. Con los años, Tranquillo diversificó la producción, pero fue con su hijo Alessandro cuando la oferta se amplió, complementando el pan y las focacce de su padre con cremas para untar, tartas nupciales y bollería fresca que repartía personalmente a bares y familias de la zona. A partir de 1955, Alessandro empezó a especializarse en la producción y venta de panettoni y pandori, produciendo unos 20-30 kilos al día.
HOY
Símbolo del Made in Italy en el mundo
TRADICIÓN E INNOVACIÓN
En 1992, el hijo de Alessandro, Dario, se hizo cargo de la empresa y contribuyó al giro internacional de la compañía, que ahora es un símbolo del Made in Italy en todo el mundo. Dario dirige la empresa con la pasión y la fuerza que siempre han caracterizado la historia familiar: el éxito internacional de su pastelería radica en combinar arte y calidad, creatividad y espíritu emprendedor, experiencia e innovación, tradición y web. La línea de galletas de mantequilla Loison encierra todo el espíritu emprendedor de Dario, que ha sabido convertir un pequeño manjar en una idea de negocio, interpretando correctamente las necesidades cambiantes del mercado.
MAÑANA
Una mirada al futuro
TRANSVERSALIDAD Y AMPLITUD DE MIRAS
La empresa Loison siempre se ha proyectado hacia el futuro, y con la galleta de mantequilla pretende innovar la clásica galleta individual, proponiendo un producto único y de calidad en el que se combinan hábilmente la sencillez, los ingredientes de primera calidad y el arte de la pastelería. La senda de crecimiento de la fábrica de galletas se sigue con transversalidad y previsión, en un mercado nacional e internacional en constante evolución. Un pequeño detalle para el gastrónomo profesional y el amante de la buena mesa.